Eyehategod, un juego de significado, pálabra compuesta homófona a "Yo odio a dios" en gringo. Más allá de la oscuridad que pueda rodear este eufemismo (o sutileza), hablamos de una de las bandas cabecillas del movimiento que consolido el género del Sludge Metal, por los años 90 y que tiene como principal afluente los primeros trabajos de BlackSabbath y la etapa tardía de BlackFlag, así como se señala a TheMelvins y su SixSongs (1986) como el 1er disco del género.
La cruza maldita entre Doom y Hardcore se personifica comúnmente en voces desgarradoras, distorsiones abrasivas en un ritmo lento repleto de contratiempos furibundos. Crudeza, potencia y densidad que escupe odio a diestra y siniestra.
Take As NeedForPain es su segundo trabajo, sindicado como el favorito de la mayoría de los miembros de la banda y en verdad que es una patada en el culo. Con estas referencias solo basta que se atengan a la brutalidad de la descarga.
Recién conocí a Napalm Death el año 1997 cuando sintonizaba radio Rock & Pop ansioso por escuchar a Criminal en su presentación en el Estadio Chile. Notable fue comprobar que los teloneros eran ni más ni menos que unas leyendas del metal, que amasaron el rotulo de grindcore con su peculiar forma de meter boche. Este disco es un tributo a de una banda consagrada a otras que marcaron las tendencias, que han tomado el machete y enfrentado la espesura. Serrat y su: "caminante no hay camino, se hace camino al andar" tiene análogo en el metal con condimento subversivo "líderes no seguidores". Después colgamos el recital del 97 que estuvo recabronazo.
Una pincelada pop para este abandonado blog sin identidad. Es que para tocar desde el fucking corazón no necesitas tener los amplificadores al máximo, una chasca y cara de poco amigos. Es una cuestión de actitud. Y la confirmación más heterodoxa que se me puede ocurrir de este postulado la encarna David Bowie. El camaleón es sin duda uno de los artistas más importantes e influyentes en la historia del rock. Experimental, sui generis, bicho raro en la frontera del ingenio y la locura, su descaro e histrionismo no tienen parangón. Es un artista por excelencia, un vanguardista y su afán sofisticado es bastante difícil de tragar en mis círculos de metal y hardrock. No obstante, es tal mi atrevimiento que los invito a experimenta un caleidoscopio de sonidos pop. Los telemaniacos reconocerán Life On Mars, canción que da nombre a una serie gringa. También existen unas versiones a pura guitarra bastante acertadas de Seu George que compartí hace tiempo, antes del apocalipsis de este blog. Aparecen en la película The Life Aquatic with Steve Zissou (2004) y eventualmente podrían reaparecer por estas páginas.
La conformidad corroe las almas libres, mediante el letargo las vuelve vulnerables. Ideas que rondan el pretencioso nombre de una banda cabronísima. Si prefieren ahorramos verborrea y seguimos el gusto sintético gringo para llamarlos COC a secas (nótese la facilidad de los güeros para acuñar abreviaturas: RATM, QOTSA, LOA etc.).
Este disco en particular, encarna un rock sureño de corte sabbathico aplanador. Gran parte se lo debemos al campeón Pepper Keenan proveniente de New Orleans (NOLA para los gringos, la cuna del sludge metal) que asumía su primera grabación a cargo de la guitarra estelar en la banda. El hombre que posteriormente se sumaría a Phil Anselmo en su "stonerbluesero" Down, demostraba como su gusto por las guitarras aletargadas y rotundas con ocasionales aires melancólicos olor a estiércol y pólvora, podía calar hondo en el sonido del rock. Todo un clásico a estas alturas, inmejorable excusa para compartir un disco imprescindible.
Este humilde espacio sin fines de lucro, tiene la gratificante motivación de compartir reseñas e impresiones de álbumes, sin compromiso con una forma o estilo musical. Existe una enorme comunidad en este rubro, lo que me parece una bendición para todo melómano.
Por otro lado, aspiramos a combatir mediante ideas e información la amenaza inherente a la falta de creatividad y anacronismo que ha mostrado el mainstream en temas de propiedad privada. Su lógica, irreflexiva ante las nuevas formas del conocimiento, ha ignorado la posibilidad de catalizar los procesos de difusión, posicionamiento y crear comunidad en torno a la cultura.
Bajo el alero de visiones miopes, una maquinaria jurídica-represiva se abalanza a extinguir unilateralmente una fecunda comunidad en torno al gusto minoritario. Arremetida que si bien es compartida por un sector de los artistas, se encuentra auspiciada por una invitada de piedra, la "industria musical".
Aún acérrimos partidarios de nuevas ideas, defendemos las costumbres de escuchar los álbumes en su integridad y asistir a conciertos. Creemos que en ello radica el legítimo reconocimiento al trabajo orgánico de un artista. En una sociedad desechable donde lo único que llega a los oídos son singles de robótico consumo masivo, abogamos por que cada cual rescate sus favoritos.
Welcome to my music blog!!
-
Welcome to my music blog which is going to list, link, and be a journal for
each bit of mlp music I have made. I appreciate you checking it out.* I...
Bye bye from the witch ...
-
OK, so it's my turn for the "last post on the Swamp" ...
It has been an awesome experience to become the nasty old witch of the
Swamp. In the past days I h...
A Brutal Christmas - The Season in Chaos
-
Some seasonal uploads coming your way from some random stuff on my
computer. Some of it is ridiculous. Some of it is not half bad. Some of it
is amazingl...